La serie de
cuartos de final de Copa Davis entre Argentina y Serbia ofrece dos puntos de
partida previo a la acción: por un lado, las ausencias en ambos equipos; por el
otro, la superficie, con un inédito escenario bajo techo en Buenos Aires.
Como si no fuera suficiente con las ausencias de Novak Djokovic, Juan
Martín del Potro y Juan Mónaco, el capitán Bogdan Obradovic movió las fichas a
último momento y quitó de la nómina a Janko Tipsarevic, ex-Top 10, quien se
encuentra muy lejos de su mejor forma física
"Me
ofreció muchísimo dinero", bromeó Obradovic en conferencia de prensa ante
la consulta del porqué de la inclusión de Filip Krajinovic en lugar de
Tipsarevic, quien estuvo 17 meses sin poder jugar por una lesión y apenas contó con un puñado de partidos
desde su regreso.
El
caso de Krajinovic, no obstante, cuenta con una particularidad. El N°87 del
mundo no había sido designado en el equipo oficial en un primer momento,
incluso a la espera de que Novak Djokovic tomara una decisión definitiva en Londres.
El
envión de su título en el Challenger de Braunschweing, hace unos días, sobre clay
y con victorias ante Carreño Busta y Mathieu, inclinaron la balanza ante los
inconvenientes de Tipsarevic. "Llega con mucha confianza y está en un gran
nivel", agregó el capitán ya con seriedad.
Krajinovic,
justamente, será uno de los encargados de abrir acción en la serie ante Leonardo Mayer, quien este año jugó en una superficie similar en
el ATP de San Pablo. También participó ahí Federico Delbonis, el segundo
singlista elegido por el capitán Daniel Orsanic para el viernes.
"Es
bastante parecida, pero no pica tan alto", explicó Mayer trazando una
analogía entre la cancha bajo techo brasileña y la de Tecnópolis. "También
era un estadio grande. La superficie era un poco más blanda, que se volvía
peligrosa al patinar", completó Delbonis en la respuesta.
Argentina, cabe destacar, jugará como local bajo techo por segunda vez
en su historia. La anterior fue la fallida final de 2008, ante España, sobre
canchas duras en Mar del Plata. Ahí fue exclusiva decisión del cuerpo técnico
argentino. Ahora, compartida, a raíz de la reglamentación de jugar en un
escenario cubierto por el frío del invierno.
"Al
principio estuvimos complicados en la adaptación, para ya fue superado el
proceso. Entrenamos cerca de 10 días", remarcó el tenista de Azul, quien
antes de su fugaz paso por Wimbledon, ganó el Challenger de Milán y cerró una
racha de ocho victorias y dos derrotas sobre clay, tras su acción en el ATP de
Ginebra, Roland Garros y el mencionado evento italiano.
Volviendo
al lado de las ausencias, una pequeña apostilla. Tipsarevic se llegó a entrenar
en Tecnópolis, Del Potro pasó a saludar a sus compatriotas (incluso estuvo en
la cena del equipo del miércoles) y a los rivales y Djokovic
también estuvo durante el sorteo. ¡¿Cómo?! A no sobresaltarse. El que dio el
presente fue Goran Djokovic, el tío del N°1 y vicepresidente de la Federación
de Tenis de Serbia.